NOTA: Comento que ninguna de las fotos es mía, ya que me enteré demasiado tarde de que se podían meter cámaras así que todas son de internet.
Comenzaremos con mi instalación favoritísima de la exposición (había 10 salas), en la que había que hacer cola. Una habitación de espejos, luces y agua en el suelo. Un espectáculo visual alucinante. Y ya que la gente tiene cámaras muy guays que hacen videos, cotilleé Youtube en busca de alguno que fuera pasable y encontré este Reina Sofía, Infinite Mirror Room, en el que se aprecia que las luces ambiaban de color. Muy mágico.
Descataría notablemente sus autoretratos, por la personalidad que destilan y donde sin duda se observa su gran obsesión por los lunares.
Pero no me iré sin más. Quería poner una imagen suya actual, para que vieséis cómo es ahora. Pero sinceramente no sabía por cuál decantarme. Ha sido complicado. Creo que me enamora en todas sus fotos, con esa cara de koala asustado que se ha drogado en demasía durante sus años mozos y ahora no comprende absolutamente nada de nada. Es como si viviera en otra dimensión, en serio. Adoradla.
Y hasta aquí.
Au revoir, mes petits!
"Infinity Mirror Room"
Continuamos con "Sobras de nieve en un sueño", que me pareció tuberculoso y fetal, recordándome extrañamente a la obra de "Babies", de H.R. Giger.Descataría notablemente sus autoretratos, por la personalidad que destilan y donde sin duda se observa su gran obsesión por los lunares.
"Auto-obliteración"
Al igual que dicha obsesión se observa en cualquiera de sus obras."El momento de la regeneración"
Y su no menos notable osesión por las formas tuberculosas y fálicas en absolutamente TODO tipo de objetos. Me enamoró."Acumulación nº2"
Y para concluir, como siempre, una de mis obras favoritas. Por la sencillez y el minimalismo que transpira en comparación al resto de su obra. Y, pese a ello, mantener ese toque ácido tan característico y japo.Pero no me iré sin más. Quería poner una imagen suya actual, para que vieséis cómo es ahora. Pero sinceramente no sabía por cuál decantarme. Ha sido complicado. Creo que me enamora en todas sus fotos, con esa cara de koala asustado que se ha drogado en demasía durante sus años mozos y ahora no comprende absolutamente nada de nada. Es como si viviera en otra dimensión, en serio. Adoradla.
Y hasta aquí.
Au revoir, mes petits!